Más pulmones para Oviedo

Los terrenos liberados en el Cristo por el cambio de ubicación del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y los de la fábrica de armas se ofrecen como una gran oportunidad para dar a Oviedo un segundo y tercer gran pulmón verde. Si se observa la imagen de la derecha –una foto digital tomada por satélite sobre la que se identifica cada edificio– se podrá comprobar que Oviedo apenas tiene zonas verdes dentro de la ciudad. Dispone, por supuesto, del Parque San Francisco en el mismísimo centro. Pero hay poco más. Existen parques, algunos maravillosos, pero siempre en la periferia urbana al sur, al norte y al oeste y prácticamente nada al este. Oviedo necesita espacios verdes dentro de la ciudad, especialmente al Este.
La buena noticia es que tiene dos oportunidades únicas para crear estos lugares. Los solares del viejo hospital pueden convertirse en un gran parque que desahogue la presión urbana de la zona. Los terrenos alrededor de la Fábrica de Armas son otra extraordinaria oportunidad al Este, zona aun más necesitada de amplios parques.
Ambos solares tendrán seguro fuertes presiones inmobiliarias, pero el mejor proyecto urbanístico para ambas zonas es crear dos nuevas amplias reservas verdes que nos hagan tener un Oviedo muy diferente, más abierto y agradable. Además, el hueco que deja el hospital está envuelto de arboles de alto valor y contendría un edificio protegido: la plaza de toros. El espacio en el entorno de la Fábrica de Armas contiene a la propia factoría –de gran valor patrimonial–, y puede llegar a integrar a San Julian de los Prados, para que vuelva a ser “de los prados” y deje de ser San Julián “de las autopistas”.
Proponer un parque en lugares tan suculentos para la construcción como el viejo hospital o la Fábrica de Armas puede parecer una locura. Pero viendo la imagen de la ciudad, la locura es seguir incrementando la densidad de construcción de una localidad como Oviedo. Corren nuevos tiempos y la ola de cambios se presenta como una oportunidad para volver a ganar el espacio verde que la ciudad ha perdido en años de especulación inmobiliaria.
La fotografía superior sirve para algo más que constatar la carencia de zonas verdes. Recoge lo que técnicamente se llama fotointerpretación de la cartografía digital geo-referenciada. Esta imagen forma parte de la tesis que Víctor González está realizando en el Laboratorio de Análisis Económico Regional – REGIOlab, bajo la dirección de José Pérez Rivero y de quien escribe. El objetivo de esta tesis es desarrollar metodologías para aprovechar la información de la cartografía geo-referenciada para contrastar hipótesis de los modelos de economía urbana para las ciudades Españolas.
La imagen recoge la ciudad de Oviedo tomada por satélite. Las zonas de color amarillo son las edificaciones realizadas antes de 1995 y los puntos rojos identifican las edificaciones realizadas después de esa fecha y hasta 2008. Sólo a partir de esta imagen, podemos plantear otra reflexión, además de la que se refiere a la falta de zonas verdes. Se aprecia un crecimiento desequilibrado hacía afuera del municipio por el Este de la ciudad.
El crecimiento ordenado de una ciudad hace que se vaya expandiendo poco a poco en anillos concéntricos compactos alrededor de un centro claramente definido. Oviedo lo hizo así hasta finales de los ochenta; pero en los noventa comenzó a desparramarse sin control por el este, siguiendo a las autopistas de Gijón y Santander y a lo largo de los municipios de Siero y Llanera.
Es curioso que el mayor desarrollo de Oviedo se experimenta fuera de Oviedo, en los municipios adyacentes por el noreste. Cada vez más población que trabaja en la capital deja de computar como perteneciente al concejo porque reside en Siero o Llanera. Paga sus impuestos y vota allí, aunque trabaja, consume servicios públicos y hace su vida en Oviedo. Y lo más importante: la ciudad crece bajo las directrices que marcan los ayuntamientos de Siero y Llanera perdiendo buena parte del control de su evolución urbanística.
Por ejemplo, el ayuntamiento de la capital puede considerar que tiene suficientes superficies comerciales y, en consecuencia, no autorizar nuevas instalaciones de este tipo en la periferia de la ciudad para no dañar su pequeño comercio. Sin embargo, si aplica esta norma –como hizo en su momento–, se puede encontrar con que Siero autoriza el mayor centro comercial de la región en la misma frontera ovetense anulando por completo la planificación de esta ciudad. Oviedo nunca pudo decidir si Parque Principado era adecuado para la ciudad. Esta es una decisión fundamental para la forma y modelo de la ciudad que, sin embargo, tomó el Ayuntamiento de Siero. Urge que este tipo de decisiones sean coordinadas y que todo consistorio recupere el control sobre su propio urbanismo.

Publicado en La Nueva España, 30 de junio de 2014

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