El concepto de coste de oportunidad y el ferrocarril en Asturias


El coste de oportunidad es un concepto esencial en Economía que los estudiantes de de esta titulación aprenden desde los primeros cursos. Es, además un concepto muy sencillo: cuando tenemos que evaluar el coste de algo, ya sea un consumo o una inversión, no basta con considerar cuánto dinero tenemos que gastar o invertir en ello, sino que tenemos que considerar si se trata de la mejor alternativa posible en la que podemos emplear los recursos de los que disponemos. Con un ejemplo se verá la idea muy claramente. El coste de ir al cine un viernes por la noche es, pongamos por ejemplo, 10 euros (sumando el precio de las entradas más otros gastos de desplazamiento y similares). Podemos creer que la decisión de ir al cine se limita en saber si disponemos o no de esos 10 euros que nos cuesta. Pero si incorporamos la idea del coste de oportunidad la decisión se complica. Tenemos que evaluar si la decisión de ir al cine es la mejor opción posible en la que emplear nuestro tiempo y nuestros 10 euros. De hecho, la crisis de las salas de cine no se debe tanto de que el coste real del cine sea muy alto, aunque los precios hayan subido considerablemente, sino más bien al hecho de que las alternativas posibles se han ampliado enormemente. Con mis 10 euros puedo comprar un libro, pasar una tarde tomando cervezas con amigos o, manteniéndome en el mismo tipo de actividad, contratar un mes de cine ilimitado en mi casa con “MovistarTV” o “Netflix” o cualquier otra compañía. Si decido ir al cine, incorporando la idea del coste de oportunidad, es porque en ese momento esa opción es con la que mas satisfacción obtengo de mis 10 euros. 
Aunque es un concepto muy sencillo resulta fundamental para entender los procesos de decisión tanto de individuos como empresas y tanto en decisiones triviales, como el ejemplo antes puesto, como en decisiones más importantes, como, por ejemplo, en que casa decido vivir. Comprender esta idea es muy importante para entender cómo actúan las empresas en sus decisiones. Cuando una empresa evalúa si hace o no una inversión importante la parte fácil es saber si financieramente puede asumir el coste de la operación, lo difícil es evaluar si se trata de verdad de la mejor alternativa posible, es decir, evaluar el coste de oportunidad de esa decisión. 
El coste de oportunidad es, también, un concepto muy importante en el campo de la Economía Urbana y Regional. Por ejemplo, tener una oficina localizada en el centro de una gran ciudad resulta muy costoso. Hay la tentación de llevarse la sede de la oficina a la periferia de la ciudad. Pero muy pocas empresas lo hacen porque el coste de oportunidad de estar lejos de todas las demás firmas de competidores, proveedores o clientes es, normalmente, muy elevado. Por eso las empresas pagan grandes sumas por tener oficinas pequeñas pero muy céntricas. Pagan más cuanto mayor es su coste de oportunidad de estar lejos del centro. Esta idea es clave para entender la localización intraurbana de las empresas. 
Curiosamente el concepto del coste de oportunidad, tan presente en las decisiones de las empresas y las familias, parece desaparecer en las decisiones del sector público. ¿No es necesario que las decisiones políticas se tomen teniendo en cuenta si se elige siempre la mejor alternativa posible en la que gastar el dinero público? Evidentemente sí que es necesario, más incluso que en con el dinero privado. Pero sorprendentemente muchas veces la idea del coste de oportunidad desaparece en el debate político. Voy a referirme a un tema en mi opinión especialmente afectado por esta ausencia de la idea del coste de oportunidad: el AVE y el ferrocarril en España en general pero aplicado a Asturias en particular. 
Desde hace años la gran demanda de todas las regiones españolas es disponer de un AVE a Madrid (aunque ya se empiezan a demandar los AVEs del Mediterráneo o el Cantábrico). Centrándonos en Asturias, la gran demanda insatisfecha de la región es tener ese deseado AVE que nos ahorre un par de horas en nuestros desplazamientos a la capital y nos permita tener un medio de transporte cómodo y eficiente (aunque no barato). Si me preguntan si esta infraestructura será buena para Asturias mi respuesta es que seguramente sí. Hay que considerar que el AVE acercará nuestras empresas a Madrid, ampliando enormemente su tamaño de mercado, pero no olvidemos que ocurre lo mismo en el sentido contrario. Estoy convencido de que la presencia del AVE hará que se cierren muchas pequeñas firmas de servicios empresariales en Asturias, dado que las firmas de Madrid son mucho más competitivas. Pero confío en que nos especializaremos en actividades en las que logremos conquistar cuota de mercado y que ganaremos en eficiencia y productividad global en la región. En consecuencia el AVE debería tener un efecto positivo sobre nuestra economía en su conjunto. Pero si me preguntan si yo recomendaría hacer la inversión del AVE mi respuesta en este momento sería un rotundo no. ¿Es posible concluir que el AVE seguramente sea bueno para Asturias pero no recomendar su realización, incluso aunque haya recursos para hacerla? Es perfectamente posible si consideramos el concepto del coste de oportunidad. En mi opinión hay muchas alternativas preferibles al AVE. La cantidad de inversiones en capital humano, en Investigación y en Ciencia, en Sanidad… que se pueden hacer con lo que cuesta el AVE son enormes y mucho más valiosas. Pero para no caer en demagogias podemos fijarnos si hay alternativas mejores sin salirnos del capítulo de infraestructuras, e incluso de infraestructuras de ferrocarril. Yo creo que hay opciones de impacto muy superior al que puede tener el AVE. En concreto, el impacto de una red ferroviaria de cercanías bien aprovechada, eficiente, correctamente estructurada en el área central creo que es muy superior al impacto que puede tener el AVE mientras que su coste es muy inferior. 
Atendiendo al concepto del coste de oportunidad me resulta muy difícil entender que se pueda plantear la necesidad urgente, tomada casi como de “vida o muerte” para la región, de tener ya un AVE a Madrid sin que antes no se aproveche, mejore y modernice la red de cercanías en el centro de Asturias. En un próximo artículo presentaré los impactos que una buena red ferroviaria en el área central tendría sobre el medioambiente, la integración urbana, el empleo y la calidad de vida de los asturianos. Algo que además es muy sencillo de hacer si se sabe aprovechar e integrar la red de RENFE y FEVE ya disponible.
Publicado en La Nueva España en Septiembre de 2016

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